Las últimas licitaciones destinadas a comprar preservativos estuvieron concentradas en las marcas Prime y LifeStyles, de Buhl; y en Tulipán y Gentleman, de Kopelko. En tanto, las etiquetas que pertenecieran a CIDAL dejaron de estar en el radar de las compras públicas desde hace rato. Esto responde a que la empresa -que a principios de este año tuvo su quiebra definitiva– había dejado sus marcas Camaleón y Punticrem bajo el paraguas de Edeloro hace cuatro años atrás.
Los preservativos Camaleón y Punticrem hace rato habían perdido terreno en el país. Pero ahora volvieron a estar en tapa en función de que diferentes medios salieron a decir de forma equívoca que la nacional CIDAL había cerrado su planta de manufactura de San Luis. Ver artículo.
Sin embargo, y según pudo corroborar Pharmabiz, la compañía santafecina -fundada por las familias Fucksman y Golinsky– no opera desde hace cuatro años y de hecho a principios de este 2019 oficializó su quiebra definitiva.
Tras el cierre de sus operaciones, CIDAL había sido fraccionada en tres partes. Por un lado, las etiquetas Camaleón y Punticrem quedaron bajo el ala de la nacional Edeloro. Mientras que los preservativos Exotic habían sido adquiridos tiempo atrás por la local Globos Tuky. También -en la repartija- participaron otros accionistas santafecinos, los que ya vendieron su parte.
Asimismo, cabe consignar que de acuerdo a fuentes consultadas por este medio, la línea productiva que estaba operativa en San Luis, había sido trasladada hace cuatro años a Córdoba, a la planta de Edeloro. De modo que de forma equívoca se informó por otros medios de comunicación que la planta que cerraba era la de San Luis, cuando ésta ya estaba inoperativa desde hace tiempo.
Edeloro había atado un acuerdo con CIDAL en el 2012 para quedarse con su dupla de marcas. Sin embargo, terminó discontinuando la línea Camaleón y lanzó en reemplazo la etiqueta Maxx. En tanto, Punticrem figuró en la última licitación de preservativos adjudicada en agosto. Edeloro se presentó solicitando una suma de $137.8 millones (u$s 2.3 millones), pero su oferta finalmente quedó desestimada en función de que la empresa poseía -a marzo 2019- una deuda líquida frente a la AFIP. Ver artículo
u$s 1 = $59,5
