El querido doctor Héctor De Leone, quien acompañara en la conducción de la ANMAT a Manuel Limeres, falleció en la noche de ayer, en el estrenado febrero de 2013.

Con 73 años, este médico egresado de la UBA, -y que ejerció la mayor parte de su vida en el hospital Francés– amaba la medicina y lograba con su sola presencia transmitir a todo su entorno su gran bonhomía.

Fue uno de los pioneros en la práctica de la terapia intensiva en la Argentina a la vez que se convirtió en un gran formador de generaciones de médicos terapistas.

Manuel Limeres, quien estuvo al frente de la dupla que encabezó la ANMAT en el período 2002-2008, dijo a Pharmabiz que «fue un gran amigo y muy generoso, el mejor médico que conocí. Siempre tendré en mi corazón a esta gran persona bondadosa en extremo, de corazón abierto y noble y que ha sido un gran maestro«.

Su última función había sido la de asesor del viceministro de Salud de la Nación, donde puso a disposición toda su sapiencia y don de gente.

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Cristina Kroll
Fundadora y Directora [email protected]

11 COMENTARIOS

  1. Héctor que decir, dejaste tu paso en vida y nos teníamos un cariño mutuo tan grande, que nos hizo un lazo parental.

    Se te extraña ❤️ porque ya no hay muchos como lo eras vos.

  2. Fui espso de una compañera médica de Héctor a quien conocí dictando una conferencia en la Ciudad de Saenz Peña, provincia natal mía, Chaco. Mi esposa fallecida la dra Esther Fernández. Quedé impactado por tan bello ser humano. No sabía de su fallecimiento. Acompaño a su familia en su dolor ante tan irreparable pérdida.

  3. Héctor de Leone: un grande que conocí en La Pombo como transplantólogo. Era un diferente, un inteligente. Lo invité varias veces a Comodoro Rivadavia en junta con paco Magglio, también fallecido. Sus anécdotas fueron lecciones de vida y medicina. Siento mucho la muerte de estos magníficos profesionales. Dr Roberto Suarez Samper.

  4. Para uno de mis grandes maestros en la medicina vaya este recordatorio. Trabajé con El cuando yo era un estudiante avanzado allá en los años 70-71. Mi labor era de técnico en la medición de gases en sangre con el método de Astrup recién llegado a nuestro país. Por mi tarea, pasé junto a Héctor y su compañero Eduardo Carlé muchas noches en esos tiempos.

    Siempre me incentivó a la lectura de esa gran enciclopedia del doctor Pedro Pons, durante esos largos momentos entre mediciones de gases a los pacientes. El tiempo nos llevó a entablar una amistad entre mi pareja y la de El, María Esther.
    Era tan grande su dedicación al trabajo que en más de una ocasión nos fuímos de algún cine o cena ante el sonido de los primeros radiollamados, requiriendo nuestra presencia en la terapia del Francés.

    Me acabo de enterar de su desaparición, tarde tal vez, pero envío estas líneas a sus familiares y amigos marcando mi reconocimiento a Héctor. La vida nos separó, como suele ocurrir, El siguió en terapia y yo me hice cirujano, pero esos años a su lado me enseñaron cual es el camino difícil de la medicina, sin distinción de especialidades. Un verdadero maestro de vida siempre en mis recuerdos.

  5. Con gran pesar escribo éstas ,en homenaje al Dr. De Leone,ejercí mi profesión de técnica radióloga en el período de 1971 a 1976,tuve la dicha de haber estado al lado del Dr De Leone,en ésa etapa de mi vida,gracias por todo querido Dr.Que Dios lo tenga en su Gloria

  6. Fuí médico en la unidad de terapia intensiva del Htal. Francés entre 1979-1982. Allí conocí al Dr. Héctor De Leone y tuve la fortuna de compartir con él la tarea asistencial. Y digo compartir porque siendo mi Jefe siempre estuvo al lado de los pacientes y de nosotros para brindarnos su afecto, su conocimiento y generosa tolerancia en el disenso. Supe de sus desvelos cuando le tocó asumir la Dirección del Hospital en momentos difíciles desde el punto de vista económico; de su interés por promover una especialidad incipiente cuando ejerció la Presidencia de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y de su pasión por la nefrología cuando contribuyó a la creación de un Centro de Diálisis modelo como no se conocía hasta entonces en el país. Fué un autodidacta cuando recién se creaban las primeras unidades de terapia intensiva y su esfuerzo por aprender quedó registrado en las infinitas anotaciones manuscritas que efectuaba en los márgenes de los cientos de libros que disponíamos en el lugar de trabajo. Su pasión por la medicina hizo que continuase atendiendo pacientes en el consultorio de nefrología del hospital hasta ya entrada la noche, sin dejar de dedicarse a sus múltiples funciones jerárquicas. Su hija refiere que «fue un gran hombre y un excelente médico» y doy fiel testimonio de lo afirmado: porque solo un gran hombre puede ser un excelente médico, y EL lo fue. Por mi parte, ya jubilado, puedo afirmar sin dudar, que mi periodo profesional junto a Hèctor fue el mejor de mi carrera. Que DIOS te bendiga!

  7. Tuve oportunidad de conocer a Héctor cuando corría el año 1966 y se realizaba en el Instituto Pombo el segundo transplante de riñón de donante vivo.

    Recordé todo el episodio por las novedades que hubieron en los últimos días respecto a los transplantes de riñón.

    Junto a un gran equipo trabajó sin descanso por obtener buenos resultados con Mary una adolescente que sobrevivió tres meses (todo un record en ese tiempo) y solo falló la falta de medicación que evitara el rechazo.

    Héctor pensó y logró construir una de las primeras salas que luego se llamaron de Terapia Intensiva. Todo un adelantado.

    Al recordarlo por las últimas novedades al respecto, me entero de su fallecimiento y realmente lo siento. Me alegra que haya tenido una hija a la que seguro amó profundamente, sabiendo de su sensibilidad y amor a los otros.

    Creo que este dato no estaba presente en los anales de la medicina y no sé si hay otros médicos del equipo que puedan confirmarlo. Lucía, hay una foto de Mary con traje de comunicón seguramente entre sus recuerdos.

    Podés sentirte orgullosa y tal vez relevar esos antecedentes que pueden servir para cambiar la Ley de transplantes.

  8. Muchas Gracias Diego H Gulone. Siempre paso por esta página para ver si dejan mensajes para mi papá. Pasa el tiempo y lo extraño cada vez más. Gracias Pharmabiz

  9. Un ejemplo de profesional y personal. Tuve el placer de tratar con el en la ANMAT. Mis mayores condolencias a la familia.
    Saludos,

  10. Fue ademas de un gran hombre y un excelente médico que dedicó su vida a ayudar a la gente, el mejor padre. Gracias papi y que descanses en paz.

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