Representantes de 76 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acordaron ayer en Buenos Aires avanzar en el fortalecimiento de las capacidades de regulación de las naciones para combatir la falsificación de medicamentos.
La Primera Reunión del Mecanismo de Estados Miembros sobre Productos Médicos de Calidad Substand, Espurios, de Etiquetado Engañoso, Falsificados o de Imitación, realizada por la OMS y el Ministerio de Salud de Argentina, finalizó este miércoles con un llamado a enfrentar de manera conjunta este problema de salud pública global.
Durante la reunión también se decidió la conformación de un comité global con delegados de países de cada región de la OMS para monitorear el cumplimiento del plan.
Éste contempla el mejoramiento de los organismos nacionales reguladores, potenciando su capacidad y el control de calidad de los laboratorios a través de políticas e instrumentos legales.
Asimismo, definieron que se deben identificar acciones de educación a los consumidores, los profesionales de la salud y la industria para evitar la falsificación de productos.
La creación del Mecanismo de Estados Miembros sobre Productos Médicos de Calidad Substand, Espurios, de Etiquetado Engañoso, Falsificados o de Imitación fue dispuesta en mayo pasado durante la 65° Asamblea Mundial de la Salud, para la colaboración internacional en las estrategias contra la falsificación de medicamentos, desde la perspectiva de la salud pública y con exclusión de consideraciones relacionadas con el comercio y la propiedad intelectual.
La fabricación, distribución y venta de productos médicos de calidad substand, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados o de imitación (SSFFC, en inglés) es un problema que afecta el acceso a un bien público global de salud y pone en peligro la salud de la población de todas las regiones y los Estados Miembros.
Además, la globalización, los mercados libres y la tecnología de internet han tenido un importante efecto de aceleración sobre la manera en la que los pacientes obtienen medicamentos.
Según la OPS, “la disponibilidad de equipos de fabricación, ingredientes farmacéuticos a granel, servicios de impresión digital y acceso por internet a los mercados mundiales antes inaccesibles ha convertido el comercio de estos productos en un fenómeno verdaderamente global y lucrativo”.