En Sanofi Argentina, los ánimos están más que tensos. Y a esta situación se llegó después de la decisión de la firma francesa de desvincular a cerca de 15 agentes de propaganda médica.
Fue por esto que el pasado jueves 18 de octubre, alrededor de 80 miembros del sindicato realizaron una protesta. Primero fue frente a las puertas de la filial de Sanofi en su sede de San Isidro, y luego realizaron “una toma” del edificio al no conseguir una respuesta satisfactoria.
Aunque finalmente lograron encontrarse. El diálogo por parte de Sanofi estuvo a cargo del gerente de Recursos Humanos Luciano Lucentini, mientras que por el lado del sindicato se sentaron tanto los delegados de la empresa como los dirigentes del gremio a nivel nacional Ricardo Peidró y Salvador Agliano.
La firma les manifestó que había alcanzado un consenso general con las personas a desvincular y que se tratarían de retiros voluntarios, entre quienes están alcanzando la edad jubilatoria.
Aunque se estima que la compañía gala espera reducir un 10% del total de la fuerza de ventas que la firma tiene en la Argentina y que ronda los 150 visitadores. Sin embargo, el sindicato afirma que detectó que no todos los desvinculados tendrían interés en retirarse antes de tiempo.
Fue por eso que la discusión pasó a instancias del Ministerio de Trabajo donde se reunieron ayer lunes 22 de octubre por la tarde.
En dicho ámbito y según pudo saber Pharmabiz la compañía se comprometió a dar marcha atrás con los nuevos retiros voluntarios así como con otras medidas relativas a pago de premios y a lo que en la jerga de APMs se conoce como “giras”. Se trata de las visitas a profesionales médicos más allá de la ciudad en la que reside el APM.
Aunque Pharmabiz no encontró respuesta oficial de parte de Sanofi acerca del estado de las cosas.
El diálogo entre las partes hace tiempo que no encuentra una buena sintonía. De hecho, el sindicato nunca logró una aceitada comunicación con el gerente general de la firma Andrés Moreno Quijano, quien asumió en abril de 2008, con responsabilidad en todo el Cono Sur.
Mucho lo extrañan al argentino Francisco Cervo, que supo ser un gran negociador.
Es que la tensa situación entre sindicatos y compañías suele desgastarse más de lo previsto cuando las gerencias de las multis recaen en expatriados de otros países de América Latina.
En ningún otro país del continente a excepción de Brasil existe un sindicalismo tan desarrollado y con tanto peso e influencia como el local. Moreno es colombiano y nunca consiguió interpretar el pulso de la dinámica local.
